0. EL MARCO DE ESTE INFORME.
Como Brigadas de Solidaridad y por la Paz, orgánicas políticamente al Movimiento Antagonista Toscano, creemos necesario, además de informar sobre las relaciones que estamos desarrollando con unos movimientos revolucionarios de América Latina, reflexionar y analizar como las relaciones esas asuman una categoría de necesidad en la actual fase de globalización neoliberal. Una "necesidad" de la cual intentaremos explicitar contenidos y métodos; por nosotros condensados en el lema "relaciones internacionales desde abajo".
I. POR QUÉ AMÉ RICA LATINA: LA REBELIÓN DE UN CONTINENTE CONTRA EL NEOLIBERALISMO.
Antes de entrar en el tema, haremos una breve reseña de la importancia, del peso revolucionario que desenvuelven hoy los movimientos populares de Centro y Sur América, en la lucha, tanto general, contra el capitalismo, como en particular, contra el imperialismo de los Estado Unidos.
Se ha hablado de confirmación, porque desde treinta años las subregiones del Continente Latinoamericano (Area Andina, Centroamérica, Cono Sur y otras) han sido protagonistas de la luchas que las han visto en primera línea contra los frentes anticapitalista y antiimperialista; luchas que en gran parte se han desarrollado a través de la lucha armada y por ende en su especifico modelo de dirección.
I.1. NUEVOS SUJETOS REVOLUCIONARIOS: LA NECESIDAD DE INTERCAMBIAR Y ACTUAR.
El presente nos muestra, con respecto al pasado, un escenario bastante distinto en las formas y en el modelo de lucha, "transformado dialecticamente" -como los mismos protagonistas dicen- desde la derrota; pero intacto, o mejor dicho, reforzado en el proyecto. Dos son los "fantasmas" que merodean en América Latina y que impiden sueños tranquilos a los Estados unidos; estos son:
– los movimientos populares auto-organizados;
– los pueblos indígenas;
cuyas luchas y rebeliones resultan de algún modo sinérgicas y coordinadas. Propiedades, estas dos últimas, construídas indirectamente y en cierto modo inevitablemente por la misma globalización, implementada por aquello que originalmente era "el capital monopolista yanqui". Podemos decir que este hecho, esta "inevitabilidad" no nos maravilla.
Pero, lo que para nosotros resulta más interesante son las estrategias politícas que definen los objetivos y métodos de estas luchas y de estas rebeliones.
Los dos sujetos sociales antes mencionados, después de haber demostrado a sí mismos a través de la experiencia de sus luchas directas que:
– no será nunca la mano invisible del mercado a distribuirles los recursos que necesitan y a los cuales tienen derecho;
– no será nunca el modelo de democracia formal, el cual coincide exclusivamente con el binomio "libres" eleciones – partidos electoreros, a garantizarles el poder político necesario para construir una sociedad libre de la explotación capitalista;
han asumido estratégicamente, como único camino a recorrer –con sus específicas diferencias nacionales o regionales- aquello de construir desde ahora nuevas formas de poder territorial: salud y educación autogestionadas, utilización de la tierra y/o de los medios de producción en propriedad colectiva, control colectivo sobre la utilización de la plusvalía producida.
Nuevas formas de poder territorial, sin las cuales será impensable pretender en el futuro reimplantar el viejo poder político central y mantenerlo en el tiempo.
Recientemente también en Europa, junto a la "clásica" dinámica del movimiento anticapitalista, la oposición a la actual fase "neoliberal" de dominio capitalista, ha sido caracterizada desde su nacimiento, por el crecimiento y la consolidación de dos subjetividades sociales, en parte nuevas.
i) Los comité populares y los movimiento de base auto-organizados, que han iniciado e implementado las luchas:
– por el derecho a la vivienda y contra el rédito inmobiliario urbano;
– por ciudades que sean de los ciudadanos y no utilizadas como mera valorización del capital financiero;
– contra la produción industrial responsable de la contaminación;
– contra las plantas contaminantes, empezando por las nucleares;
– contra las instalaciones para la incineración de los residuos urbanos o productivos;
– contra la privatizacione de los bienes (por ejemplo el agua) y servicios sociales (por ejemplo salud, instrucción);
– contra las fábricas de la muerte;
– contra la realización de grandes infraestructuras (por ejemplo ferrocarriles de alta velocidad, puente sobre el estrecho de Mesina) dirigidos a la valorización de la mercadería y que pero destruyen de manera irreversible el medio ambiente;
– contra las políticas restrictivas a la inmigración;
– por la eliminación de las bases militares de los EE.UU. y de la OTAN;
ii) Los movimientos que reivindican, las mayoría todavía en forma revuelta, la soberanía sobre los bienes colectivos a partir de la tierra, del desarrollo de la biodiversidad, del agua.
Un movimiento "bajo tierra", de algúna manera análogo a la subjetividad de los pueblos indígenas y de la América Latina en particular.
Basta pensar por dar un ejemplo, en la lucha del Foro Campesino/Otra Agricultura, en la reinvindación de la propriedad colectiva de la tierra en el ámbito rural, y de la vivienda en el ámbito rural.
Cuando "descubrimientos" y "soluciones" de esta naturaleza, se presentan, de hecho contemporáneamente, en realidades tan lejanas y distintas, significa que estos "descubri-mientos" y estas "soluciones" salen de la casualidad para entrar en una agenda general de puntos comunes de realidades antagonistas.
Aquí se encuentra, en extrema síntesis, la explicación del porqué en el marco de globalización capitalista, los objetivos de conocerse, intercambiar y actuar pasan, para los nuevos sujetos revolucionarios, de una posibilidad coyuntural a una proyección de necesidad.
I.1.1. CUBA.
Por supuesto, siempre hay y está Cuba; cuando se hable de revolucionarios que luchan en cualquier parte del mundo y maxime en América Latina.
Pero, el marco de este informe está circunscripto a los movimientos que desarrollan e implementan nuevas formas de contrapoder territorial; e intentar analizar sea la importancia y la "necesidad" de que exista Cuba, sea el gran papel que está jugando en el Continente a favor de sus pueblos, se saldría del contexto.
Solo, creemos, que no está "afuera" declarar Cuba sigue encabezando la resistencia al Imperio; exemplo de dignidad y de esperanza para todos nosotros.
I.2. MOVIMIENTOS POPULARES AUTO-ORGANIZADOS Y PUEBLOS INDÍGENAS.
La aplicación de las políticas neoliberales ha llevado al 75% de la población latinoamericana a vivir en la pobreza. Esta catástrofe económica ha fracturado el equilibrio social, polarizando distintos grupos sociales, escenarios y formas de lucha nuevos que se han concretado en una inmensa mobilización popular, intensificando e internazionalizando en todo el Continente la lucha de clase. Las manifestaciones que inicialmente se realizaban en contra del aumento del producto básico, luego han alzado el nivel político en el ataque contra el "Área de Libre Comercio de las Américas" (ALCA), el modelo neoliberal, el robo de las semillas autóctonas y su reducción a mercaderia exclusiva para luego importarlas como alimentos y semillas transgénicas, la extorsión ilegal de la deuda externa ( la cual se remonta a los años de la dictatura militar).
Estas luchas han de hecho bloqueado:
– los tentativos de privatizar la energía eléctrica y el agua y otros bienes naturales, los fondos de jubilaciones en Perù, Bolivia, Paraguay y México;
– la implementación del plan Puebla-Panamá y de otros programas de infraestructura llevados a cabo por los Estados Unidos con el objetivo de adueñarse de los recursos y controlar militarmente el territorio y la población, en definitiva para aplastar a los zapatistas en México y a las FARC en Colombia;
– la implementación de la operación Aguila III, es decir la realización de las maniobras militares conjuntas de los ejercito latinoamericanos en Argentina;
– el tentativo de dar en concesión el enorme yacimiento de gas en Bolivia a la multinacional estadounidenses decisión que le costó el sillón al presidente fantoche Sánchez de Losada;
– la construcción de un mega-aeropuerto internacional en San Salvador Ateneo, en la perifería con ciudad de México, a través de la expropiación de tierras vecinales colectivas
– el veto de parte de los organismos financieros internacionales y de los latifundistas brasileños a la implementación de una reforma agraria integral.
En todo esto la población indígena, especialmente en Bolivia, Perù, Ecuador, Guatemala y México ha jugado un rol excepcional; también la claridad con que han utilizado el dato de continuidad histórica entre colonialismo e imperialismo.
La Subregión Andina es actualmente la más incandescente. En Bolivia el 70% de los 10 millones de abitantes se identifica con la demandas de los pueblos autóctonos, que reinvindican la convocatoria de un Asamblea Constituyente para refundar la nación y reconocer la autodeterminación a las 36 naciones originarias: entre ellas, aymaras, guaraníes, quechuas. En particular el movimiento indígena Pachacuti (MIP) asume que la única solución es aquella de "cambiar el sistema capitalista con nuestro sistema comunitario, donde no hayan ni pobres ni ricos utilizando esencialmente el trueque en el lugar del dinero y considerando el medio ambiente como la madre de todo".
En Brasil, los actores sociales predominantes, han sido los campesinos proletarizados, es decir el
"Movimiento de los Sin Tierra". El MST, además de aplicar por vías de hecho una reforma agraria, de consolidar fuertemente la ocupación de los terrenos baldíos en la perifería urbana, también apoya la campaña internacional, iniciada en Chiapas en el 2003, para desmantelar 702 bases estadounidenses diseminadas en 103 países; otra internacionalización de lucha es la campaña contra la Coca cola, implementada a nivel latinoamericano, en Colombia y en Guatemala.
I.2.1. ARGENTINA y desarrollo del movimiento social.
En Argentina, a 4 años de la revuelta del 2001, la situación del movimiento piquetero se ha transformado. Algunos componentes organizados del movimiento de los trabajadores desocupados, se han disuelto o han sido cooptados y absorbidos por los partidos y por el Estado. Esto, también y sobre todo, porque nacidos en modo espontáneo, sin experiencia de lucha se habían además puestos fuera del cuadro político y teórico que hace riferimiento a la categoría marxista de la lucha de clase.
Una particular área del movimiento que hace referimiento a la teoría de Toni Negri, que en cierto momento ha tenido una significativa capacidad de expansión, resulta hoy casi disuelta y ha, de hecho, renunciado a la lucha política reduciendose a pequeños "grupos de estudio". Dicho sea de paso, esta área, "teorizando y practicando" formas de "asambleismo absoluto", implementaba, en la realidad, nada más que un solapado pero extremadamente acentuado verticalismo.
A nivel estatal, las elecciones de Kirchner en el 2003 han determinado un cambio en la situación política del país. El nuevo gobierno se ha movido ábilmente en dos sentidos.
Por una parte, ha continuado con la política económica y social neoliberal de los gobiernos precedentes, y en cierto aspecto, ha acentuado la represión a los movimiento sociales (lo demuestran el número de arrestados en el último año, y la decisión de los jueces de aplicar – o intentar de aplicar- reatos de mayor gravedad en contra de las acciones de lucha).
Por otra parte, da la impresión de haber tomado la bandera de la revuelta del 2001, y de llevar a cabo la palabra de orden de aquel momento: lucha a la corrupción de la clase política y su recambio; políticas económicas que permitan el desarrollo de un capitalismo nacional independiente; mayor firmeza ante las exigencias del FMI y BM; voluntad de enjuiciar a los responsables de los crímenes cometidos durante la dictadura del período ’76-’83.
Esta maniobra le ha permitido a Kirchner determinar un cambio real en la opinión pública y consiguientemente reconstruir un cierto nivel de cohesión y consenso social.
En primer lugar ha reconquistado la clase media, separándola de los movimientos populares, a los cuales se había acercado en el 2001.
En segundo lugar también ha conquistado algunos sectores populares, cooptando así exponentes del mismo movimiento organizado.
De este modo ha puesto en una posición de aislamiento los componentes más combativos y consecuentes del movimiento piquetero.
Una parte de este, el Bloque Piquetero Nacional, no ha sabido interpretar la nueva fase política determinada por la acción del gobierno y la necesidad de adecuar consecuentemente la propia táctica. Por el contrario continúa con las mismas propuestas y las mismas formas de lucha, que además de ser éstas fácilmente neutralizables no permiten concentrar la masa necesaria para romper con el aislamiento de los movimientos populares auto-organizados.
I.2.1.1. Movimiento Teresa Rodríguez
Otros componentes del movimiento piquetero -entre ellos el Movimiento Teresa Rodríguez (MTR), inicial fundador del Bloque Piquetero Nacional del cual se ha separado- han demostrado capacidad de aguante y de crecimiento; ya sea porque han podido contar con el aporte de cuadros con experiencia de lucha política y sindical, como por haber asumido el marxismo como instrumento de orientación para una lectura estructural de la realidad, sin olvidar la historia de los movimientos revolucionarios del ‘900, haciendo contempora-neamente una crítica reflexiva, especificamente sobre la realidad de los países socialistas y del estalinismo.
El MTR está contribuyendo a la implementeción de una estrategia del proceso revolucionario que supere la "tradición" fundada en la conquista del poder central como premisa para la transformación política y social, sosteniendo, como primera medida, la necesidad de construir de manera embrional, las nuevas formas de organización social y de poder, que sostituirán las ya existentes.
Coherentemente con esto, el MTR, luego de un largo debate interno, ha intentado reorientar su táctica con respecto a la nueva fase que están atraversando para así poder salir del aislamiento.
El MTR ha individualizado:
– en primer lugar, la necesidad de hacer una serie de pasajes políticos que permitan a grandes sectores de la población de tomar conciencia de la ambigüedad y falsedad de la política de este gobierno, sin dar por descontado que esto sea un proceso inmediato, como lo es para los militantes;
– en segundo lugar, la necesidad de salir de una posición que, a la larga, se revela corpora-tiva: es decir, la solas reinvindicaciones de los intereses de los trabajadores desocupados; los cuales son por pan y trabajo o subsidio. Para superar esta posición, se ha asumido un eje de intervención político y práctico, para así llevar la lucha a las necesidades de otros sectores populares: como la educación, la salud, la vivienda; con el fin de evitar el aislamiento, ensanchar la propia base social y la participación en general;
– en tercer lugar, la necesidad de fortalecer y "legalizar" las conquistas y resultados alcanzados con la lucha. Por ejemplo, en el caso de las asambleas de los barrios -que son desde el 2001 una de las principales manifestaciones de contrapoder- hacer en modo que ellas asuman un poder real; poder y decisión sobre las instituciones locales: priorizar el uso de los recursos, fiscalizar la gestión económica, etc..
Otra prioridad que se presenta como realidad histórica, viene evidenciada en las aliancias con otros sectores de la sociedad, en particular con la clase media, con el objetivo, al menos, de neutralizarla para que no apoye posiciones reaccionarias, como ha sucedido desde los ’70 al 2001.
Los eventuales acuerdos alcanzados con sectores sociales externos, deverán basarse en la voluntad común de construir un nuevo "movimiento histórico" en Argentina y sobre los siguientes objetivos políticos:
– el respeto a los derechos humanos, comprendidos en el sentido más amplio, incluídos los sociales y los económicos, reconocidos por la Constitución argentina y por los tratados internacionales;
– la distribución igualitaria de la riqueza (producida);
– la oposición a la política neoliberal;
– la plena independencia económica y política argentina, en el cuadro de la unidad latinoamericana antiimperialista.
Finalmente la visión estratégica del MTR, sintetizada inicialmente, queda aquella de la construcción y de la expansión de formas de contrapoder unidas a concretas experiencias de economías autogestionadas.
En este sentido, el MTR ha desarrollado toda una serie de iniciativas y de proyectos resumidos de esta manera:
– comedores populares y huertos colectivos para resolver el problema de la alimentación;
– programas de formación asociados a proyectos productivos concretos;
– producción textil y de calzados;
– cooperativas para la construcción;
– panificación, tanto para la venta como para la auto-sustentación.
Para que estas experiencias se consoliden y se desarrollen, es necesario que produzcan riqueza y resuelvan necesidades materiales. Desde este punto de vista una de las principales dificultades reside en encontrar canales de comercialización; un problema este, que no reguarda solo la actividad organizativa del MTR, sino también las fábricas ocupadas, gestionadas directamente por los trabajadores a partir de la crisis del 2001. Además del "intercambio entre productores libres" el MTR, está luchando para que el gobierno, con una intervención legislativa, sostenga todas las formas de autoproducción económica de manera igualitaria como lo hace con aquella que está en mano de los patrones.
I.3. CONTRA RESPUESTA DE LA OLIGARQUÍA NACIONAL E IMPERIAL.
El crecimientoy el desarollo de los movimientos populares indigenas, anticapitalistas y anti imperialistas en el Continente Latinoamericano empieza a generar miedo. Este miedo, es sentido por parte del imperio y de la burgesia nacional, y esto se ve reflejado en permitir, de alguna manera, la victoria electoral de los gobiernos de centroizquierda, o progresistas, acompañados por la simpatía de las masas. Cambiar para que nadie cambie es naturalmente la "filosofía" de su estrategia. Este es el contexto principal de lettura de la llegada al poder de los gobiernos de Lula, Kirchner, Tabaré Vásquez y de Insulza como secretario general de la Organización de los Estados Americanos. La presencia de gobiernos como Kirchner en Argentina, Lula en Brasil, Chávez -a pesar de ciertas evidentes diferencias con los otros mandatario como por ejemplo la abierta solidaridad hacia Cuba- en Venezuela, a los cuales se le ha unido en marzo del 2005 aquel de Tabaré Vásquez en Uruguay, a muchos ha dado la impresión de que se ha abierto una nueva fase política, caracterizada por la supuesta superación de la política neoliberal y por la reafirmación de los interes nacionales contra la histórica injerencia del imperialismo norteamericano.
En realidad la situación no ha cambiado sustancialmente; se puede afirmar que las declaraciones de estos gobiernos no resultan coherentes con sus actuaciones, sino que responden exclusi-vamente a una necesidad de consenso interno.
Para romper con el pasado, sería necesario que se tomaran una serie de iniciativas realmente incisivas: frente común en la renegociación de la deuda externa, nacionalización de la energía, de los bancos, etc. Nada de todo esto se ha hecho, ni encontrará nunca lugar en los programas de estos gobiernos. El mismo Mercosur, indicado como posible alternativa a los tratados de libre comercio impuestos por los Estados Unidos y regulado por el ALCA, si viniera íntegramente aplicado, no haría que reproducir, para las clases subalternas de los paises involucrados, los mismos efectos negativos que los TLC generarían, a diferencia que solo reguardan el impacto inicial.
Dicho sea de paso, en el marco de la lucha contra los TLC, Cuba propone nuevas y equitativas formas de intercambio integral entre las naciones latinoamericanas por el ALBA; propuesta a la cual Venezuela se ha sumado. El ALBA abre persectivas revolucionarias que todavían se tienen que implementar.
Por lo que se refiere a los Estados Unidos, ellos ven en el"teorema" ALCA y en sus "corolarios", los TLC, los instrumentos que deben permitirle la realización de dos objetivos interdependientes:
– el primero, el robo integral del recurso-país a través del modelo colonizador neoliberal, que consiste en la explotación hasta el agotamiento, de los recursos naturales y humanos a bajísimo costo local y a alta valoración en el mercado internacional. Un modelo bien conocido por los pueblos latinoamericanos: minas de estaño, de cobre, de oro; reservas de agua dulce para el consumo humano y el riego, diques e hidrovías, tierra fértil para producir monocultivos de exportación; millones de seres humanos explotados como recursos, o expulsados de sus tierras y separados de los proprios medios de producción y empujados así hacia una irreversible marginación social y económica o eliminados físicamente;
– el segundo, es el control militar, del teritorio y de los autóctonos, necesario para garantizar dicho robo.
En este contexto, los Estados Unidos, además de tratar desde siempre las masas populares – a las cuales no se puede asociar ya el adjetivo de "comunismo"; esforzándose por sostituirlo por aquel de "terrorismo" y sinergizándolo cuando es posible con aquel de "narcotráfico"- como enemigos de sus planos y proyectos; vislumbra en la lucha llevada a cabo por los pueblos indígenas una nueva seria amenaza para su hegemonía.
En los Estados Unidos, de hecho se está trabajando para crear en la opinión pública la idea de ver en los pueblos indígenas un factor de desestabilización y de terrorismo con el objetivo de criminalizar sus reclamos.
El Consejo Nacional de Inteligencia que tiene la tarea de "escanear"-para trece organismos estatales, entre ellos la Cia- con parámetros de contra insurgencia todo aquello que sucede en el mundo, en su última declaración anual "Tendencias globales 2020 – Cartografía del futuro global", subraya la emergencia indígena.
La "emergencia" indígena constituirá para los Estados Unidos un rival de golpear con el viejo arte militar conocido con el nombre de Conflicto de Baja Intensidad (ver bases militares y ejércitos nacionales); por supuesto, en un diferente esquema de su Doctrina de Seguridad Nacional.
La Cia y otros organismos equivalentes han infiltrado en América Latina miles y miles de sus agentes: ya sea como diplomáticos, como miembros o funcionarios de la USAID, como Cuerpos de Paz, como CARITAS, como CARE y las más variadas ONG. Esto en realidad, vale para cada nación. Solo hoy, 29 de junio 2005, como el resto de los días, el gobierno estadounidense ha puesto 1360 millones de dólares, para espiar y amenazar a mano armada todo cuanto se mueve fuera de sus garras.
I.3.1. FILOSOFIA de la represión operativa.
Sin entrar en el particular de la ubicación territorial de los ejércitos nacionales y de las bases militares estadounidenses, observamos que el contexto concreto en el que se mueven los "yanquis" es aquel aparentemente polarizado por la "lucha" al terrorismo y al narcotráfico.
Visto el suceso obtenido en el hacer reconocer a todos los Estados del Continente Americano, tal binomio como el enemigo absoluto e inminente de combatir, han decidido utilizarlo para imponer bilateralmente la entrada de sus tropas en todos los países latinoamericanos y cari-beños; excepto Cuba, por supuesto.
Comienza así la implementación operativa de diversos planes: "Patriota", "Dignidad", "Colombia", "Andino", cada uno de los cuales está sostenido por una base militar estado-unidense. El Comando Sur de los Estado unidos, con sede en Florida, asume el perfil de Estado Mayor General de la represión Continental.
En este contexto van leídas las modificaciones institucionales legales que se están consumando en los distintos países latinoamericanos por ejemplo:
– garantizar a través de convenciones bilaterales, el último firmado con el Paraguay, la impunidad de las tropas norteamericanas por los actos que cometerán ( por ejemplo, las torturas cometidas hace poco en la base militar de Manta, Ecuador);
– definir a nivel de OEA, la triple frontera, Paraguay, Brasil,Argentina, como zona infiltrada por el terrorismo islámico, con el objeto de construir otra mega-base;
– abrir en El Salvador una "Academia de policía de las Américas" también con la función de desarrollar nuevo métodos de represión urbana contra los grupos juveniles;
lo cual define y fortalece el rol de gendarme asignados a los ejércitos nacionales. Al respecto, a pesar que, luego del 2000, los gobiernos latinoamericanos hayan tentado en diferentes conferencias de vender una nueva idea sobre la relación entre la "función del ejército y el control democrático"; el posicionamiento de las tropas y de los medios bélico en determinados lugares y áreas responde a las necesidades contra-insurreccionales. Esto especialmente para la abrumadora mayoria de los ejércitos de Centro América, verdadero "patio trasero" en la geo-política gringa.
I.3.2. BOLIVIA como actual paradigma.
En este contexto y por lo dicho hasta hora, aparece paradigmática la situación boliviana; la extrema radicalidad del conflicto social ha vuelto agonizante el modelo colonizador neoliberal. La forma en la cual se expresa el conflicto, nos demuestra:
– del lado de los movimientos populares, la reinvindicación de la nacionalización inmediata de los recursos energéticos y la realización de una Asemblea Costituyente para abrir espacios y derechos a los pueblos indígenas, como perfil más moderado;
– del lado de la oligarquía regional, la imposición del llamado plebiscito "por la autonomía" de la región oriental, en realidad una secesión, la que tiene como objetivo la auto apropriación de los recursos, de parte de esta minoría; mientras que estos recursos partenecen a todo el pueblo.
En este conflicto se juegan fundamentales intereses regionales; ciertamente, la creación de un nuevo Estado no es un problema que pueda ser subestimado, especialmente de parte de la Argentina y del Brasil. Sobre todo si se trata de un estado fantoche, que tiene el control directo sobre los recursos estratégicos como por ejemplo lo del gas; y indirecto sobre la reserva mundial de agua (Cuenca Paraguay-Paraná, acuífero Guaraní, Mato Grosso y Amazonía, Gran Chaco), además de tener la posibilidad al acceso a vías de comunicación y a la explotación de la biodiversidad.
A los Estado Unidos la creación del nuevo Estado en el Oriente boliviano, garantizaría un nuevo enclave, como Iraq e Israel, ahora, pero, en el mero corazón de Suramérica.
II. RELACIONES INTERNACIONALES DESDE ABAJO.
Los argumentos desarrollados desde el punto I. hasta el punto I.2.1.1., nos parecen entonces haber demostrado, digamos así, sea la necesidad de desarrollar un "internacionalismo", como la elección del "sujeto" con el cual llevarlo a cabo.
La elección del sujeto, homólogo o compatible a la experencia antagonista, polariza en gran parte el modelo de "internacionalismo" que las relaciones recíprocas o multilaterales van construyendo.
No entonces un modelo que asuma como referencia el viejo internacionalismo proletario.
No una reedición corregida del modelo de relaciones -más o menos subordinadas, más o menos en sentido único, más o menos mitificadas- que tome el movimiento que "está haciendo la revolución" como referencia absoluta y que es apoyado acriticamente con campañas de solidaridad.
Estas categorías de asunciones negativas son parte fundamental de la propuesta de " relaciones interacionales desde abajo".
II.1. REFLEXIONES GENERALES.
Los últimos años han visto los movimientos en Europa y en el mundo, luchar contra el neoliberalismo y la guerra permanente de los Estados Unidos. El movimiento ha entendido que luchar en el proprio país contra el capitalismo y el imperialismo significaba unificar los proprios objetivos con aquellos de los movimientos de los otros paises europeos y también con los otros continentes. Sobre todo en América Latina se han mobilizados verdaderos movimientos populares que han creado sin lugar a duda una nueva atmósfera política; que practican nuevas relaciones de produción y de intercambio. Estos movimientos populares han roto con el verticalismo como forma de organización, poniendo énfasis en la horizontalidad y en las asambleas populares como instrumento masivo para la toma de decisión. Una novedad de los últimos diez años aportado por los pueblos indigenas, es la reinvindicación de su proprios derechos unificándolos con la lucha de los otros pueblos.
Esto nos ha llevado a nosotros, como componente del movimiento antagonista, ha revizar aquello que ha sido siempre el internacionalismo. Por lo tanto esto nos ha llevado a discutir una nueva propuesta llamada "relaciones internacionales desde abajo" una iniciativa llevada a cabo horizontalmente y colectivamente, sea desde la práctica que desde el plano de análisis y que ve en las contradicciones interimperiaslistas el motor de los acontecimientos políticos, económicos y militares de hoy, o bien la lógica de guerra que cubre el mundo.
"relaciones internacionales desde abajo" como forma de intercambio político recíproco entre experencias que pongan la auto-organzación y el contrapoder como método de lucha y de nueva forma de vida social; una relación entre movimientos que luchan en el proprio país contra el capitalismo y el dominio del FMI. Es decir un recorrido colectivo que intente dar respuestas desde la solidaridad, de trabajador a trabajador fuera de la instrumentalización institucional de cualquier tipo.
II.2. ENUCLEACIÓN DE LOS CARACTERES DISTINTIVOS.
Las "relaciones internacionales desde abajo" se desarrollan contemporaneamente sobre tres momentos o planos interdependientes, objeto de coordinación, de intercambio y ratificación común entre las partes:
– el primero, podremos definirlo como el momento de resistencia enclavado en el anticapitalismo y el anti imperialismo;
– el segundo, como el plan propositivo comprendido en la práctica de la construcción de contrapoder territorial, el aquí y ahora, integralmente auto-organizado y auto-gestionado;
– el tercero, como el plano de práctica y de principio de la total reciprocidad, con el fin de alcanzar diversos objetivos que los movimientos antagonistas, en contacto, del sur y del norte manifiestan como prioritarios para sus respectivas luchas.
Los objetivos, por lo que se refiere a nosotros, son esencialmente estos:
– de contribuir a una visión total de los procesos de contra poder en acto en esta fase;
– de establecer relaciones políticas, estables, definidas claramente y horizontalmente con los sujetos revolucionarios que práctican los procesos esos;
– de realizar un involucramiento y un compromiso de nuestros jovene a través del contacto y el intercambio directo con realidades revolucionaria que les ayude a madurar políticamente para asumir compromisos de lucha en su propio país; liberando también energías "congeladas" en el voluntariado y en la cooperación institucional;
– de producir contra-información.
Uno de los instrumentos operativos a través del cual vienen realizados total o parcialmente los objetivos arriba mencionados, es representados por las Brigadas de Solidaridad y por la Paz (BRISOP) que hacen experiencia y práctica directa en el campo. BRISOP son tambièn el medio para las soluciones "materiales" o reales, de las prioridades indicadas por los compañeros del Sur:
– formación tècnica y apoyo directo sobre algunos ejes fundamentales de la autogestión (educación,salud),
– proyectos auto-financiados finalizados, por ejemplo, en el caso de la Cooperativa "Nuevo Horizonte" de la ex-guerrilla guatemalteca,la adquisición y puesta en marcha de una bomba a inmersión para suministración del agua potable en las casas;
– disertación entre los jóvenes norte-sur para contribuir a una contra información que desmitise el "sueño americano".
III. CONSTRUYENDO UNA COOPERACIÓN ANTAGONISTA.
BRISOP, como parte del Movimiento Antagonista Toscano, damos peso e importancia a la superación total de la práctica de cooperación representada por las ONGs dependientes del financiamiento y de los proyectos estratégicos de gobiernos e instituciones del "norte". A través de la aplicación de los contenidos y los métodos sintetizados en el punto II.2. buscamos contribuir a que, los jóvenes presentes en el asociacionismo y en el voluntariado -explotados, manipulados y mercificados, pero sobre todo utilizados para conservar aquello que ellos quisieran eliminar, es decir, la injusticia y la miseria- salgan del bando enemigo para juntarse con nosotros.
III.1. SE TERMINÓ LA ÉPOCA DE LAS ONGs.
Quando los "pobres" (los pueblos del sur del mundo) rechazan las "limosnas", esto es, la ayuda y los programas de las ONGs, significa verdaderamente que estos organismos han llegado a su término.
El 2° Vértice Continental de los Pueblos y Nacionalidad Indígena celebrado en Quito, Ecuador, en julio del 2004, que ha visto participar a más de 600 portavoces de diferentes pueblos y países, declaraba y denunciaba:
"…los organismos financieros que actúan a través de las ONGs en vez de disminuir los altos índices de pobreza y reforzar nuestra auto-determinación y soberanía nos ahogan aún más. Los territorios indígenas tienen que quedar afuera de cada una de las iniciativas que responda a los intereses del sistema económico neoliberal. Por esto decidimos de reforzarnos y de unirnos a la campaña de boicotaje a los organismos financieros como el FMI, el BID, el BM, etc.; son ellos los que promueven, utilizando los gobiernos de nuestros países y las ONGs, políticas y estrategias que están en contra de los derechos de los pueblos indígenas".
Es el caso de reflexionar, que la práctica de la "cooperación para el desarrollo" y de la acción de las ONGs han asumido, en los últimos años, un peso notable en la práctica y en el imaginario -en una parte importante de la opinión pública y también en los mismos movimientos de oposición- como una de las principales respuestas a la ofensiva del neoliberalismo y de la guerra.
Una concreta evaluación de las premisas y de los resultados reales de las ONGs nos lleva, al contrario, a verificar sus papel de mistificación y de sustancial fracaso.
Miseria, hambre, exclusión social que los tres cuartos de la humanidad sufren, los así llamados países del tercer mundo, tienen causas económicas, sociales y políticas bien precisas con raíz en el sistema capitalista. Declarar, como lo hacen las ONGs, de querer resolverlas transfiriendo (pocos) recursos a aquellos países, constituye una remoción de las causas reales, que en definitiva se demuestran funcionales a la conservación de las ya existentes.
Existen evidentes mecanismos que, solo por dar algunos ejemplos, determinan una gigantesca transferencia de recursos hacia los países dominantes, USA y EU principalmente:
– la deuda externa con sus relativos intereses;
– el intercambio comercial desigual: fuertes barreras aduaneras en los países del norte y subvenciones a su producción;
– apertura de las fronteras de los países del sur, impuesta por ejemplo, por los Tratados de libre comercio;
– liberalización de los mercados, impuesta con el chantaje económico y militar, es decir, la apropiación por parte de las transnacionales de empresas, finanzas, servicios, recursos naturales y fuerza trabajo a bajo costo y sin derechos.
Confrontando con esto, los recursos destinados a la cooperación gobernamental y no gobernamental giran entre el 0,1% y 0,2% del PIL de los países del norte. Haciendo un simple cálculo, se entiende que es como tomar 100 o 1000 con una mano y restituir 1 con la otra: un mecanismo que puede continuar hacia el infinito sin jamás cambiar nada. Los resultados se ven: en 1987 las personas que vivían con menos de medio dolar al día eran 100 millones, hoy son 1300 millones, en el 2020 serán 2000 millones. Datos tomados en el período de mayor expansió de las ONGs, en los años ’80 y ’90.
Entrando más en el detalle, una rápida consideración merece la cooperación gobernamental, gestionada directamente por los gobiernos occidentales, entre ellos el gobierno italiano, en el ámbito de los acuerdos multilaterales o bilaterales. La forma prevalente que asume esta intervención es aquella del financiamiento de los proyectos en los países del sur, a condición de que sean hechos por las empresas de los países financiadores, utilizando maquinarias y servicios fornidos por las mismas; se trata entonces, de una forma enmascarada de subsidios y de sostén de parte del Estado a las empresas, a través de conseciones en el exterior, para realizar obras, que a menudo no tienen ninguna utilidad para las poblaciones interesadas, no tienen en cuenta el impacto ambiental ni los derechos de los trabajadores locales empleados.
También la cooperación no gubernamental, gestionada por las ONGs, por una análisis más atenta, muestra sus contradicciones y su substancial subordinación a las estrategias de los poderosos a nivel económico y político.
En primer lugar va fuertemente redimencionado el carácter "no gubernamental", es decir el grado de independencia de las ONGs y de sus acciones. Ellas dependen en gran medida del financiamiento de los gobiernos, de instituciones internacionales como el FMI, el BM o la UE (en el 50% de los proyectos está presete el BM): y son éstos Organismos financieros los que aprueban o seleccionan los proyectos y son ellos a quien deben responder las ONGs y no ciertamente a las poblaciones objeto de sus intervenciones.
Además para que estos proyectos sean aprobado sobre el terreno, las ONGs deben evitar contrastes con los gobiernos de los países en los cuales operan; por lo tanto deben presentarse con un perfil bajo y renunciar del todo a la denuncia política, ya sea en presencias de dictaduras o graves violaciones a los derechos humanos.
También hay que preguntarnos por qué los principales responsables de la política neoliberal han querido financiar sus presuntos antagonistas, las ONGs.
El hecho es que estas últimas han sido y son parte de la estrategia de construcción del modelo neoliberal; han sido y son un instrumento para infiltrar dicho modelo en "la sociedad civil", desenvolviendo una acción "desde el bajo" complementaria a aquella "desde el alto" de las istituciones.
Sus intervención ha acompañado y ha favorecido práctica y teóricamente:
– los cortes progresivos del gasto publico en el sector social, difundiendo así una cultura anti estatal, fundada en la exaltación de la iniciativa privada y de los micro y auto-emprende-dores;
– las pretenciones de sostituir la satisfacción de las necesidades sociales básicas de la gente, por sus escasos proyectos amarrados con acciones de voluntariado; debilitando además la potencialidad de la protesta y resistencia política;
– las divisiones y las competencias entre las organizaciones populares por los pocos recursos, de los que eran portadores en las sociedades en las que han intervenido, contribuyendo a minar sus unidad y sus independencia;
– las cooptaciones hacia sus organizaciones, de líderes y elementos activos de las bases contribuyendo así a la debilitación de los movimientos de resistencia;
– los condicionamientos psicológicos, que han creado y implementado una condición de pasividad y dependencia.
En sintesis han sumido un rol amortizador entre el poder económico y político, nacional e internacional, responsables de los desastres sociales implementadas por las políticas neolibe-rales y las clases y pueblos que las han sufrido.
Particularmente grave es el rol de las ONGs en el actual marco de guerras permanentes.
La necesidad de los gobiernos estadounidense y europeos, de justificar y legitimar las guerras de agresión y ocupación en los paises soberanos como si esas fueran "acciones humanitaria", para finalmente "brindar la democracia y derechos humanos" a los pueblos agredidos, ha encontrado en las ONGs un instrumento hasta el momento eficaz.
Empezando con Yugoslavia en el 1999, después con Afganistán y con Irak, los programas de ayuda humanitaria -en los cuales las ONGs están totalmente involucradas- absolutamente ineficaces para la reconstrución y la ayuda a las poblaciones después de las masacres y destrucciones, han solamente intendado legitimar las agresiones; un rol que, en la estrategia político-militar, resulta concretamente complementario con aquellos que llevan a cabo los ejércitos.
Otro aspecto que se afianzó en los último años de manera difusa, también en Italia, son las ONGs "sin fines de lucro", que asumen un perfil basicamente humanitario y social. Se trata de acuerdos comerciales, que pueden asumir varias formas, entre una ONG y una empresa privada, sobre la base de un interés recíproco. Esto permite a las ONGs de ensanchar su fuente de ingreso como tambien a las empresas privadas, y en cambio, estas aumentan sus ganacias, ligando la propria imagen y la de sus productos a objetivos sociales. Esto de tener juntos negocios y solidaridad, explotadores y explotados, es de una gravedad inconmensurable. Como ejemplo se puede citar las llamadas "bancas armadas", es decir aquellas involucradas en el tráfico de armas (un ejemplo, la ONG CESVI y el Banco Popular de Bergamo, entre el 1998 y el 2002) o con empresas especializadas en "servicios de seguridad" esto es, el adiestramiento y enrrolamiento de mercenarios, como aquellos mandados a Irak (ver el acuerdo entre las ONGs, ACLI y la israelita Logan’s ltd). En conclusión podemos decir con claridad que la existencia de las ONGs en general responde a intereses políticos de quien las financian, y a los intereses materiales -ligados a más o menos grandes márgenes de poder y visibilidad- para quien trabaja en dichas ONGs y aún más para quien las dirige.
El compromiso de quien no quiere aceptar la realidad así como es y entiende combatir la enorme miseria y exclusion del Sur del mundo, para hacer coherentes, debe asumir el caracter de una lucha que se concretiza antes que nada en nuestra realidad europea y combata los intereses y el poder, desde los capitales privados hasta las instituciones y gobiernos que son los responsables de la precariedad, de la explotación, de la falta de derechos que vivimos también en nuestros países. La necesaria proyección internacional de este compromiso debe romper con la actitud típica de la cooperación paternalista y caritativa hacia los pueblos del Sur. Debemos entonces asumir el gran patrimonio de resistencia, de luchas y de organización que las realidades de los otros Continentes han sabido expresar, para construir relaciones entre pares, fundado en el aporte y el intercambio recíproco; relaciones entre compañeros de lucha que combaten en la misma trinchera.
Por otra parte este compromiso no puede prever ni recompensas ni privilegios, sin transformarse en un factor parasitario, como lo son las estructuras de la cooperación, que absorben el 65% de los recursos teoricamente destinados al los proyectos, para mantener y reproducir sus mismos aparatos.
Para concludir, debemos reinvindicar e imponer un criterio fundamental: si las instituciones del Norte entienden, por cualquier motivo, destinar fondos para el desarrollo de los paises del Sur, estos deben ser asignados y gestionados directamente por los beneficiarios, así como los proyectos deben ser elegidos y realizados por ellos mismos, eliminando las actuales mediaciones instrumentales y parasitarias.
III.2 BRIGADAS DE SOLIDARIDAD Y POR LA PAZ EN GUATEMALA.
Desde hace dos años, BRISOP llevan adelante una relación de conocimiento recíproco y solidario con la Cooperativa Agrícola Integral "Nuevo Horizonte" y con la "Alianza por la Vida y la Paz", en la region del Petén, en Guatemala.
Nuevo Horizonte es una comunidad de alrededor de 400 personas, casi todas ellas ex guerrilleros de las FAR (Fuerzas Armadas Rebeldes), que después de los "Acuerdos de Paz" de 1996, que ha puesto fin a 36 años de guerra civil, deciden dar vida a un proyecto de auto-gestion integral del trabajo y de la vida comunitaria: la casa, la educación permanente, la salud y nuevos métodos de producción, distribución e intercambio. A partir del año 1998 se han construido casas, una guardería infantil, una escuela elemental, un dispensario y estructuras y áreas agrícolas colectivas de producción.
Alianza por la Vida y la Paz es una organización de base, constituída por Cooperativas y Comunidades campesinas, Asociaciones indígenas, Comitatos de mujeres; la cual lleva adelante la lucha por la gestión democrática y popular del territorio, contra las políticas neoliberales, los tratados de libre comercio con los Estados unidos y lo planes de saqueo de los recursos ambientales, como es el Plan Puebla Panamá y para el respecto integral de los derechos sociales: tierra, educación, salud. La Alianza ha estado entre lo promotores y los protagonistas de las mobilizaciones del pasado marzo en Ciudad de Guatemala y en todo el país, contra la aprovación de parte del parlamento del CAFTA, entre Centroamerica y Estados Unidos.
En el 2003 y 2004 en "Nuevo Horizonte", BRISOP hemos experimentado la necesidad y la riqueza de un metodo fundado en el compartir de la vida cotidiana (las abitaciones, la comida, el trabajo, las historias), en el intercambio de informaciones, experiencias de organización y auto-gestión.
En la practica más concreta de solidariedad, además de la adquisición y puesta en funcionamiento, atraves del autofinanciamiento, de una bomba de agua que garantiza el agua potable a las casas de la cooperativa, pusimos a disposición nuestra capacidad laborativa en una serie de intervenciones en el área de la sanidad, de la educación, de la alfabetización informática, y de la producción agrícola y ganadera.
Todas las intervenciones han puesto el acento en el aspecto formativo, en la transferencia de conocimientos y saberes a los socios-trabajadores de la cooperativa, en modo de incrementar la posibilitad del auto-desarrollo.
Con el mismo objetivo se han acordado cuatro "becas" en Italia: la primera para la capacitación del responsable del presidio médico de la Cooperativa y las demás para con tres socios que trabajan en el sector de la ganadería.
Además de esto, nuestro objetivo fundamental, en la experiencia de BRISOP, ha sido y es aquel del conocimiento recíproco de las distintas realidades sociales y políticas en la lucha contra el neoliberalismo en su propio territorio. Concretamente, este asunto ha significado el tentativo de comprender "su" lucha y de transmitirles, con encuentros, asambleas, videos, etc… "nuestra" lucha y la realidad que la genera. Trabajo que proseguirá con los compañeros de la Cooperativa que llegarán a Italia por las becas.
Uno de los resultados de este trabajo político ha sido la elaboración y la firma de un documento común, una "Carta de Entendimiento Antagonista" –ver punto III.3.- que pone el acento en la necesidad de una coordinación internacional "desde abajo" y subraya algunos objetivos comunes: el compromiso de implementar la lucha anti-capitalista y anti-imperialista; la determinación de superar la práctica de la cooperación internacional que ha demostrado un evidente fracaso; etc..
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