Il Libro Celeste del Movimiento Teresa rodriguez

Pubblichiamo il documento che espone i principi e il programma generale del Movimiento Teresa Rodríguez

Qué somos, Qué queremos, Cómo pensamos lograrlo

INTRODUCCIÓN

¿Qué es el Movimiento Teresa Rodríguez?

El Movimiento Teresa Rodríguez es una organización popular que lucha por el cambio social.

¿Por qué una organización?

En primer lugar, porque cada uno de nosotros, solo, no vale nada. Y en segundo, porque nuestro Movimiento no es una banda ni un club de amigos. Es decir, en el M.T.R. no se hace lo que al "jefe" se le ocurra o cualquier cosa y de cualquier manera. Antes bien, nuestras actividades están reguladas por un ideario contenido en tres Documentos fundamentales que resumen años de experiencia de lucha y reflexión: el Llamamiento, la Declaración de Principios y los Estatutos.

¿Por qué popular?

Porque a quienes nuestro Movimiento llama a luchar son personas del pueblo, personas que hacen un culto del trabajo y de la dignidad. Personas que se unen a partir del valor más alto que se puede rescatar del pueblo: la solidaridad.

¿Por qué la lucha?

Porque nadie nunca nos ha dado nada, porque todo lo que hemos conseguido lo hemos conseguido luchando, arrancando a quienes nos tiranizan hasta el más mínimo derecho; hemos aprendido que sin lucha no conseguiremos nada. Y, sobre todo, porque mientras haya injusticias nuestra razón será la lucha.

¿Por qué el cambio social?

Porque la sociedad tal cual como está organizada hoy en nuestro país y en el mundo no tiene razón de ser.

Treinta familias en la Argentina tienen en sus manos las fábricas, las tierras, los grandes comercios y los bancos.

Treinta familias manejan nuestros destinos.

Cincuenta y cinco hijos de nuestro pueblo menores de un año mueren por día a causa de la peor de las enfermedades curables: la desnutrición de sus madres.

Hace rato que llegó la hora de que los que somos más y mejores seamos constructores de nuestro destino, protagonistas de la historia, transformadores sociales.

 

 

EL CAMBIO SOCIAL

¿Qué quiere el Movimiento Teresa Rodríguez?

El M.T.R. quiere un cambio social. Estamos convencidos, como lo decimos en nuestro Llamamiento al pueblo, de que "no alcanza sólo con pelearla desde abajo, sino que debemos ir construyendo nuestras propias leyes, nuestra propia cuota de poder, hasta arrancarles totalmente el poder a los que mandan. La experiencia nos ha demostrado duramente que si no somos partícipes a fondo, sólo cambiará algo para que nada cambie. Por esto, los que nos hemos dado cuenta de ello, llamamos a todos los hombres y mujeres honrados del pueblo a constituir un Movimiento de trabajadores por el cambio social, que se arremangue no solamente por esto o aquello para algunos, sino por todo para todos; no ya por cambiar algo: hay que dar vuelta la tortilla por un cambio total". Y más puntualmente, en nuestra Declaración de Principios expresamos que "nuestra lucha sólo acabará cuando del mundo entero hayamos borrado al capitalismo. En ese sentido, nuestra lucha es por una sociedad nueva, sin clases sociales, de hombres libres e iguales, donde no exista ya el Estado, o sea, donde no haya cárceles ni policía ni fuerzas de represión, donde la persecución, la esclavitud o el hambre sean cosas del pasado, sean cosas de la prehistoria de la humanidad. Una sociedad donde una moral nueva, una conciencia nueva, den lugar a un hombre nuevo, capaz de realizarse entregando lo máximo de sí a la sociedad y recibiendo todo lo necesario de esta para su desarrollo físico y espiritual".

Para que esta sociedad y este hombre nuevos sean una realidad en toda nuestra nación por lo menos, es necesario que los que producimos las riquezas nos apropiemos de las fábricas, las tierras, los bancos y los grandes comercios.

Somos concientes de que hasta llegar al cambio social en el sentido en que nos lo hemos propuesto debemos en el "mientras tanto" ir resolviendo la supervivencia. Y no vemos mejor manera de hacerlo que comenzar a construir el cambio social desde el momento mismo en que nos planteamos dedicar nuestra vida a él. El cambio social no es sólo un momento o un lugar al cual llegar, es también y sobre todo un momento y un lugar del cual partir y un camino por recorrer. Es la meta, el punto de partida y el camino mismo.

¿Qué es ese camino llamado cambio social?

El alma de nuestro Movimiento son los cabildos. Quienes integramos el M.T.R. gobernamos y deliberamos a través de nosotros mismos. No delegamos en nadie ni el gobierno ni nuestra capacidad de deliberar. Las ideas respecto de qué se hace circulan entre nosotros, y no importa tanto si se le ocurrió a tal o cual. Lo que importa fundamentalmente es que la aceptación o no de esas ideas está en manos de todos: nos reunimos en cabildos (asambleas), debatimos y decidimos por consenso o por mayoría qué se hace o se deja de hacer. Además, elegimos entre nosotros a los compañeros que consideramos los más capaces para encabezar la ejecución –y sólo la ejecución- de lo resuelto. En caso de que en el transcurrir de la tarea el compañero nos demuestre que no fue correcto haberlo elegido, es en el cabildo donde reconsideraremos su situación y ahí decidiremos su continuidad o no al frente de la responsabilidad.

Estamos convencidos, y la realidad de nuestra vida cotidiana nos lo demuestra como una verdad sin contra, de que lo que va a resolver los problemas que padece nuestro pueblo es establecer en la nación una República de Cabildos. Cuando nuestro país se maneje como se manejan las cosas en nuestro Movimiento, es decir, de manera cabildante, habremos asistido efectivamente a un cambio social. Los cabildos implican una forma de organización social distinta a la vigente, pues según lo vigente "el pueblo no gobierna ni delibera sino a través de sus representantes" (Art.22 de la Constitución Nacional). Es decir que a lo sumo se nos permite ser "mano de obra" o "columna vertebral del Movimiento", pero jamás "cabeza". El M.T.R. se pone de pie ante todo porque quiere que cada hombre y cada mujer de nuestra patria además de ser "mano" o "columna" sea también y sobre todo "cabeza", o sea, cabildo. Nuestro modelo de hombre es el de un hombre íntegro, digno, un hombre que sea las tres cosas a la vez.

El alma de nuestro Movimiento es también el hombre nuevo, o sea, el reverso del cabildo. Mantener en pie una organización con este ideario requiere de un tipo especial de hombre. Por lo menos, requiere de hombres que empiecen a vivir de manera distinta a la que viven los hombres guiados por la sociedad vigente. Requiere de hombres que además de ser combativos y estudiosos sean solidarios, que se muevan por la vida regidos no por intereses mezquinos y egoístas. Que tengan en claro que lo único que deben reclamar a cambio de su lucha es la felicidad del pueblo y nada personal. Cabildo y hombre nuevo son caras de la misma moneda; y en el camino del cambio social, uno no se puede entender ni realizar sin el otro.

¿Cómo pensamos lograr el cambio social?

Ya en el funcionamiento de nuestro Movimiento está implícito el cambio social, o por lo menos un embrión de él. Pero el cambio social no se realiza sólo ni principalmente en el funcionamiento de una organización que lucha por él. Se realiza en el camino que sigue el pueblo hacia su liberación definitiva resolviendo los problemas que lo agobian orientado por esta organización. Tarea insoslayable de nuestro Movimiento –y perderá su razón de ser cuando no la cumpla- es bregar por que el pueblo comience a regir su destino como lo hacen los miembros de nuestro Movimiento. Y jamás el pueblo hará esto sólo porque le dirijamos excelentes discursos o inundemos las calles con toneladas de volantes y revistas. Ganaremos al pueblo para nuestra causa -que es la suya- fundamentalmente con el ejemplo. Que el pueblo vea que organizarse y luchar de la manera en que lo hace nuestro Movimiento es lo único que puede traer mejoras, resolver los problemas; que el pueblo vea y sienta que vivir como lo hacen los Teresa Rodríguez es mejor que "vivir" como propone e impone el régimen; que el pueblo sepa que el cabildo y el hombre nuevo son la llave para lograr el cambio social.

El cambio social hoy

El principal problema que afecta a nuestro pueblo hoy es el de la desocupación y el hambre. Los poderosos han planeado eliminar un tercio de la población mundial, la "mejor" manera que han encontrado para seguir manteniendo sus privilegios. En nuestro país, como dijera uno de los gerentes de los ricos, Alfredo Martínez de Hoz, "sobran 10 millones de argentinos". Han planeado eliminar a esos 10 millones desocupándonos, empeorándonos las condiciones de trabajo y bajándonos los sueldos a los que quedemos ocupados, hambreándonos, dándonos una salud y una educación deficientes, abandonando el mantenimiento de los barrios donde vivimos, transformando el derecho al suministro eléctrico, el agua, el gas, el teléfono… en "servicios" que si no pagamos puntualmente nos los cortan sin más, atolondrando a nuestra juventud con el chupi, el faso, la merca o simplemente abandonándola a la vagancia, transformando la recreación y el deporte en lujos.

El primer paso que ha dado nuestro Movimiento hoy para revertir esto es no resignarse a este destino. La historia de la humanidad en general y la del pueblo argentino en particular nos muestran que ser hombre en el verdadero sentido de la palabra es algo más que comer, ir al baño y dormir. Abundan las riquezas en el mundo y en nuestro país como para hacer de la vida mucho más que eso.

Pero no podemos empezar siquiera a hablar de dignidad si no resolvemos los problemas materiales que citáramos más arriba. Y dentro de esos problemas, los del trabajo y la alimentación son los básicos. Por ello, desde que nuestro Movimiento existe ha centrado sus luchas en la obtención de empleos y alimentos. Pero sólo centrado; alrededor de esta lucha hemos encarado la lucha por la obtención de remedios, la instalación de farmacias y la atención médica; la educación popular y la formación de nuestros integrantes en el espíritu de los cabildos y el hombre nuevo han sido una preocupación constante y una tarea abordada permanentemente; la lucha contra los cortes del suministro eléctrico y otros, así como el de la reivindicación de la llamada tarifa de interés social, están a la orden del día. Poner en pie cooperativas de trabajo y de consumo son nuestra preocupación constante. En suma, luchamos contra el régimen para arrancarle lo que nos ha quitado, o sea, las condiciones mínimas para llevar una vida digna; pero también, y sobre todo, luchamos por que a través de los cabildos logremos estas condiciones independientemente del régimen. Esto es fundamental, porque sabemos muy bien que no basta con conseguir cosas, sino que hay que conservarlas y mejorarlas, y conservarlas es imposible si no modificamos las relaciones que mantenemos entre nosotros. Si luego de resolver un problema, por ejemplo, el del corte del suministro eléctrico, cada uno se va a su casa, más temprano que tarde la compañía eléctrica volverá a apretarnos con el pago de la boleta y al no poder hacerlo otra vez el corte. Nuestra idea es la de resolver los problemas definitivamente, y para ello partimos de encararlos correctamente: primero, entendiendo que el suministro eléctrico es un derecho humano, no un servicio; segundo, parándonos firmemente ante los poderosos que sólo ven su negocio, organizados y en pie de lucha para pararles la mano y recuperar nuestro derecho; tercero, haciendo todos los esfuerzos para establecer suministros de energía propios; cuarto, administrando este suministro no como un negocio, sino efectivamente como un derecho. Si es necesario establecer una tarifa para mantener los equipos de la central eléctrica y pagarles el sueldo a los compañeros que trabajen en ella (sueldo que por supuesto establece el Movimiento y que nunca puede superar al promedio de cualquier otro trabajador, sea cual fuere la función que se cumpla), esa tarifa nunca será establecida para "ganar", será establecida por el Movimiento y será eximido de pagarla todo aquel que no pueda hacerlo, previo tratamiento en el cabildo, y sin que por ello se le corte el suministro.

Hacer las cosas así es el ideal de nuestro Movimiento, y como decíamos, hacerlo requiere cambiar la manera de relacionarse. Es imposible e insostenible llevar adelante esta manera de resolver los problemas si no se es poder, es decir, si quienes mandan no son los interesados mismos. Si los que mandan son los mismos que lo único que quieren, para el caso, es gozar del derecho al suministro eléctrico, sin duda que esto impulsará al conjunto a ponerle el hombro a la tarea y a mantenerla indefinidamente.

El Movimiento cree que en el camino de empezar a lograr el cambio social hoy debemos actuar de esta manera. Si encaramos todos los problemas que nos aquejan así, hasta no habrá en nuestro pueblo nadie que no pueda "pagar" lo que recibe a cambio, porque los "pagos" no serán ya en dinero, o principalmente en dinero. Un barrio, por ejemplo, que resuelva todos los problemas como expusimos para el caso del suministro eléctrico, sin duda necesitará de cientos y cientos de vecinos para trabajar y el trabajo de cada uno será el "pago" principal. Por supuesto, quien bajo estas nuevas condiciones no trabaje, es decir, no se gane el derecho, no lo gozará.

La lucha

¿Cómo lucha el Movimiento Teresa Rodríguez?

La disposición a la lucha es el principio elemental que da vida a nuestro Movimiento, pues sin lucha no habrá derechos. Sabemos que el día que termine la lucha terminará la vida, y cuando termine la lucha por una vida digna terminará el Movimiento. Por lo demás, la experiencia nos ha enseñado que hasta la más mínima cosa que pretendamos conseguir deberemos hacerlo con grandes luchas y a fondo. Nada hemos conseguido gestionando ante los funcionarios del régimen; si bien hacemos gestiones, por sólo hacerlas no hemos conseguido jamás que se restauren nuestros derechos. El "no" siempre lo hemos tenido de entrada, y si bien somos hombres de paz y de trabajo, nos hemos visto obligados a recurrir a las movilizaciones, el corte de ruta, la toma de edificios públicos… En el Llamamiento al pueblo hemos hecho un juramento que ratificamos en cada lucha: la vida digna la alcanzaremos por las buenas, pero, si nos obligan, por las malas… o por las peores también.

Esto lo hemos aprendido en la lucha misma, pero también lo hemos descubierto en la historia de los pueblos que han luchado por su libertad. Así, el ejemplo de conducta y actitud frente a los intentos por humillarnos y tiranizarnos, es el ejemplo de aquellos que se han rebelado contra la opresión en diferentes épocas históricas. En este sentido, en nuestra Declaración de Principios decimos: "Reivindicamos la lucha de todos los hombres que enfrentaron la opresión y la explotación en todos los continentes. Reivindicamos y somos continuadores de la lucha de hombres como Mariano Moreno, Artigas, San Martín, Bolívar, el "Chacho", Felipe Varela, los luchadores de la Patagonia Trágica, de la Forestal".

Cristo en su momento, el Che en nuestra época, son los máximos exponentes mundiales de luchadores consecuentes con el cambio social. Dedicaron sus vidas a él, no transaron ni con los fariseos del templo ni con los políticos del imperio, pero sobre todo no transaron con el hombre viejo que cada uno de ellos llevaba dentro; pelearon por mantener en pie la dignidad tanto por las buenas como por las malas, y no bajaron las banderas aun cuando tuvieran que sacrificar sus vidas.

¿Con quiénes lucha el Movimiento Teresa Rodríguez?

El M.T.R. lucha por un mundo mejor junto a todos los oprimidos, los humillados, los que padecen injusticias. El destino de nuestro Movimiento está indisolublemente unido al destino de los que luchan por liberarse del yugo del régimen. Todas las organizaciones del pueblo que se levanten para resistir la opresión son nuestras hermanas, y aun los hombres aislados tienen en nuestro Movimiento a un hermano. En la medida en que esa hermandad pueda ser organizada, mucho mejor; el M.T.R. hace todo lo posible por unificar los esfuerzos con aquellas organizaciones y hombres del pueblo que luchan por una sociedad superior, respetando las identidades de las diferentes organizaciones e incluso los objetivos finales en caso de que no fueran coincidentes con los nuestros: hasta donde podamos pelear juntos, ahí estará el Movimiento. Comisiones de diversa índole, sindicatos, corrientes, centrales, partidos políticos, otros Movimientos, frentes… todo suma a la hora de voltear este régimen y construir la nueva sociedad.

 

La organización

¿Qué se requiere para pertenecer al Movimiento Teresa Rodríguez?

Nadie está obligado a pertenecer a nuestro Movimiento. Pero sí, quien decide sumarse, ha de saber que el valor más alto, permanente y unificador que atraviesa a nuestro Movimiento es el de la solidaridad y, por lo tanto, cada uno debe estar dispuesto a atar su destino particular al destino del conjunto.

Por esto mismo, y porque la sociedad que queremos cambiar nos ha formado y regulado la vida para someternos, aislarnos y arruinarnos, hemos de saber también que sumarse a nuestro Movimiento implica aceptar determinadas reglas. Estas reglas no son las que rigen la sociedad vigente, por un lado. Y por otro, han sido elaboradas y consensuadas por el conjunto del Movimiento en sendos Plenarios luego de haberse estudiado y discutido ampliamente. De allí que, como decíamos al comienzo, nuestra organización cuente con Estatutos, reglas básicas para orientar nuestra convivencia.

Por supuesto, nada es rígido en nuestro Movimiento, pues quienes tienen la última palabra entre nosotros no son ni los mismísimos Estatutos sino los cabildos en su conjunto.

Entonces, se puede decir que para pertenecer al Movimiento Teresa Rodríguez hay que orientar la vida a partir de nuestra Declaración de Principios, el Llamamiento y los Estatutos, y fundir nuestro destino individual al destino del conjunto. En otras palabras, hay que dedicar la vida a luchar y sumar a otros para que luchen por un cambio social.

¿Cómo se logra esto?

Nuestro pueblo padece numerosas necesidades. Resolverlas es su preocupación constante, tanto como agravarlas es la de los gobernantes. Generalmente, los intentos por resolver sus problemas se ven frustrados debido al accionar de los que mandan. Compartir el destino del pueblo, sus alegrías y sus tristezas, sus victorias y sus derrotas, luchar permanentemente por encarar la solución de los problemas de manera organizada, democrática y decidida, movilizarse para enfrentar directamente a quienes nos tiranizan, esa es la manera de aprender qué quiere decir un Teresa Rodríguez.

Organizarse para movilizar, movilizarse para aprender. La práctica, la actuación organizada y decidida para luchar por el cambio social es la escuela de los Teresa Rodríguez.

Para ello, está constantemente en la mente de nuestros hombres y mujeres la puesta en pie de comisiones populares de diverso tipo, según los problemas que se quiera resolver. La participación en estas comisiones, entre otras cosas, nos educa. Sin esto, sin insertarse organizadamente en el seno del pueblo para resolver los problemas que lo afligen, no hay manera de aprender realmente qué es ser un Teresa Rodríguez.

¿Cómo nos organizamos en nuestro Movimiento?

Por supuesto, no nos cansamos de repetirlo, para que nuestra propuesta llegue al pueblo habremos de usar antes que los discursos el ejemplo. En ese sentido, nuestro Movimiento ha elaborado en el camino del cambio social una manera de organizarse acorde con él. Hasta ahora, nos parece que es la mejor que tenemos, por lo menos mejor que la del régimen.

Los cabildos son agrupaciones barriales, fabriles o estudiantiles que funcionan una vez por semana por lo menos. Entre los mismos compañeros se eligen los delegados y codelegados. Los delegados y codelegados deben contar como mínimo con 2 (dos) meses de antigüedad para poder ser elegidos como tales. En caso de abrirse un cabildo nuevo, éste estará orientado durante dos meses por lo menos por algún miembro de la Mesa directiva correspondiente. En la reunión del cabildo se tratan las cuestiones pertinentes a los intereses generales del Movimiento (informes, planes de lucha, tareas, debates específicos sobre la prensa o algún tema de interés general).

Los delegados y codelegados de los diferentes cabildos se reúnen una vez por semana con los otros delegados y codelegados y entre todos conforman el Cuerpo de delegados. En esta reunión participan también miembros de la Mesa directiva. Tratan en esa reunión temas de interés general para el Movimiento y elaboran propuestas que luego son tratadas en los cabildos para su aprobación definitiva. Una vez aprobadas, se pone manos a la obra a través de las diferentes comisiones.

Junto al cuerpo de delegados funcionan las Comisiones. En ellas se tratan temas específicos para la construcción del Movimiento (organización, seguridad, finanzas, formación, prensa, proyectos, salud, cultura, recreación, deportes…). Cada Comisión tiene un responsable y su funcionamiento es obligatoriamente de una vez por semana tendiendo a que sea diario. Su tarea principal es organizar la puesta en práctica de lo resuelto por el conjunto de los cabildos, además de elaborar planes y propuestas para organizar cada vez mejor la vida interna del Movimiento, la nueva sociedad que el Movimiento mismo es. Por ello, en el Movimiento insistimos permanentemente en que no debe haber ningún compañero por fuera de alguna Comisión, tanto como no debe haber ningún compañero que no esté interesado en construir el Movimiento. Tenemos que construir una sociedad y eso requiere del esfuerzo de todos. Para aprovechar mejor los recursos y los esfuerzos es que han surgido las Comisiones. Una vez elaborados los planes y las propuestas, éstos son presentados a los cabildos, se discuten allí, se mejoran, aprueban o desaprueban y se pone manos a la obra. Cada cabildo debe tener un representante ante el cabildo por cada comisión, al margen de que haya muchos compañeros por cabildo en cada una de ellas. Él es el responsable de informar al cabildo sobre las tareas desarrolladas por cada comisión y de formar al conjunto en el espíritu de trabajo que se ha pautado y aprobado. En la medida en que los cabildos no tengan sus propios responsables ante las comisiones, quienes deben estar al tanto de las tareas de cada una son los delegados y codelegados.

También existe en nuestro Movimiento una Mesa Directiva Nacional y diferentes Mesas Regionales. Para pertenecer a ellas, además de tener dos meses de antigüedad por lo menos, hay que haber realizado los cursos de formación específicos. La incorporación a la Mesa es a propuesta de cualquier miembro del Movimiento -por escrito- teniendo en cuenta estos requisitos formales. Por supuesto, aunque no está de más repetirlo, el compañero ha de estar probado en la lucha: vocación por el trabajo, coraje, interés por superarse intelectualmente, respeto de parte del conjunto, capacidad de crítica y autocrítica son algunas de las virtudes que han de considerarse en su acervo al momento de pensar en proponerlo.

Todos los compañeros que son honrados con alguna responsabilidad son revocables en cualquier momento y ejercen sus funciones sin recibir beneficios extraordinarios de ningún tipo. Los gastos que trajera aparejado el cumplimiento de sus tareas serán solventados por el conjunto en la medida de sus posibilidades a través de la comisión de finanzas debidamente controlados.

Todo esto en cuanto al cumplimiento de los intereses generales del Movimiento. En cuanto a los particulares de cada compañero, el ámbito que propiciamos como para ser tratados son las cuadrillas de trabajo. En ellas los compañeros conviven cotidianamente, produciendo en la mayoría de los casos los bienes materiales que hacen al sostén económico del Movimiento. En ellas, mejor dicho, sobre todo en ellas existe la vida. En las horas de trabajo, trabajo libre de explotación y opresión, los compañeros viven. Y la vida es un complejo de problemas, especialmente la vida de los que luchamos por construir una sociedad y un hombre nuevos. Los responsables de cuadrilla son propuestos por la Mesa regional y el cuerpo de delegados, teniendo en cuenta sobre todo la capacidad de aglutinación, comprensión, tolerancia y respeto del compañero. Asimismo, existe en el Movimiento un Reglamento interno para las cuadrillas elaborado por el conjunto del Movimiento en el espíritu de mantener relaciones de trabajo y convivencia superiores a las del régimen.

Una vez al año como mínimo realizamos plenarios generales. En ellos se evalúa el desarrollo del plan de construcción del Movimiento y de transformación de la sociedad. Además, deben ser convocados para aprobar o reelaborar los Documentos fundamentales. Es obligación de la Mesa Directiva Nacional convocarlos con dos meses de anticipación por lo menos y con un temario pormenorizado. Su organización queda bajo la responsabilidad de la Comisión Nacional de Organización.

La función principal de cualquier compañero que tenga responsabilidades dentro del Movimiento, desde el responsable de cuadrilla al Secretario General, es velar por que cada tarea llevada a cabo se haga en los marcos del ideario del Movimiento. Organizar, dar ideas, aconsejar fraternalmente, ser el primero en dar el ejemplo, hacer que otros trabajen como el conjunto ha dispuesto trabajando uno mismo, aprender, en suma, la tarea principal del responsable es, como dicen otras organizaciones hermanas, "mandar obedeciendo".

Velar por que todo esto que decimos funcione efectivamente así en cualquier parte del país en que exista el Movimiento es la tarea principal que debe cumplir la Mesa Directiva Nacional.

En particular, ¿qué significa ser delegado o codelegado de un cabildo?

Para asumir responsabilidades de dirección en nuestro Movimiento es necesario tener siempre presente que quien manda en el Teresa Rodríguez es el cabildo, siendo el cabildo mayor el Teresa Rodríguez en su conjunto. De esto se desprende que además de tratarse de un compañero que pueda llevar y traer información como corresponde, el delegado o codelegado debe ser un compañero que antes que informar debe formar, y hacerlo en el ideario del Movimiento. Por supuesto, todos crecemos, nos transformamos, nos equivocamos y así. Ver un delegado del Movimiento y ver al Movimiento todo deben llegar a ser la misma cosa. Y para eso no basta con llevar y traer información, ni siquiera con recitar nuestro ideario. Ante todo, es necesario vivir como un Hombre Nuevo, un hombre que, no nos cansamos de repetirlo, se construye todos los días fundiendo su destino al del conjunto sin reclamar a cambio nada personal.

Una vez a la semana por lo menos, preferentemente antes de la reunión del cabildo, el delegado y el codelegado deben reunirse con los responsables ante el cabildo de las diferentes comisiones. En esa reunión evaluarán la puesta en práctica de los planes elaborados por las comisiones y el Movimiento en su conjunto. Prepararán el temario para la reunión del cabildo y tratarán cuestiones particulares a su cabildo. Esta reunión es de carácter fundamentalmente organizativo y no resolutiva.

El delegado debe orientar al cabildo en el ideario del Movimiento, aconsejar a los compañeros respecto a qué comisión acudir para tratar los problemas planteados, velar por que el conjunto de su cabildo ponga en práctica los planes resueltos, tener siempre presente el desarrollo general del Movimiento y orientar al cabildo en ese sentido, exigirse a sí mismo más de lo que le exige al resto, trabajar y estudiar tanto o más que sus compañeros, promover compañeros a sumarse a las diferentes comisiones, atender regularmente a los compañeros que destaquen por su aplicación a la construcción del Movimiento.

 

¿Por qué usamos pañuelos celestes?

Por varios motivos, pero fundamentalmente por dos.

Celeste es el color del cielo, el que debemos tomar por asalto para instaurar el paraíso en la tierra. Llevar en nuestros cuellos un pañuelo celeste simboliza ese anhelo.

Celeste era el color de la pluma que identificaba a la primer milicia popular surgida en nuestras tierras en época de las Invasiones Inglesas, el Regimiento de Patricios. Llevar en nuestros cuellos un pañuelo celeste simboliza nuestra decisión de mantenernos en pie de lucha para acabar con toda tiranía.

Los pañuelos de los Teresa Rodríguez están teñidos de ese anhelo y esa decisión. Usarlos representa un compromiso histórico, un acto de conciencia.

¿Cómo se financia el M.T.R.?

A diferencia de los organismos del régimen, nuestro Movimiento debe autofinanciarse. Todos tenemos que poner una gota de combustible para que este motor funcione. De este modo, no debiéndole nada a nadie, nada ni nadie nos dirá a dónde ir. Lo repetiremos hasta el cansancio: somos nosotros organizados en cabildos los únicos que decidimos nuestro destino. Asimismo, cuando nuestro Movimiento plantea un cambio social, está planteando también que es un derecho y un deber conocer y controlar cuál es el destino de los fondos que son producto del sacrificio de todos. Por eso, los libros de finanzas están a disposición de todos los compañeros del Movimiento. La cantidad del aporte o de las cuotas sociales, tanto las regulares como las excepcionales, la determina el cabildo mayor, el Movimiento en su conjunto a través de un plenario o, en caso de ser posible, a través de la aceptación por parte de los cabildos o de su mayoría de propuestas que se hagan circular.

 

LA ARGENTINA

¿Qué es la Argentina?

La Argentina es un país capitalista dependiente de desarrollo medio.

¿Por qué un país?

En 1806, los habitantes de Buenos Aires, frente al dilema de quedarse en sus casas ante la invasión del ejército mejor disciplinado, entrenado y armado de la Tierra en ese momento, el ejército inglés, u organizarse en milicias para defender su dignidad, optó por lo segundo. En 1810, esas mismas milicias respaldan militarmente a los revolucionarios de Mayo. En los años siguientes, el naciente pueblo argentino (criollos, indios, negros y mulatos) toma las armas y se transforma en protagonista e impulsor de la lucha contra el colonialismo español a nivel continental. De no haber tenido ese espíritu y de no haber actuado así, nuestro pueblo no tendría un país donde vivir, seríamos una colonia de España o de cualquier otra nación, pero no un país.

¿Por qué capitalista?

Nuestro país está dividido en clases sociales y, por eso, los que vivimos en él no lo hacemos todos de la misma manera. Hay gente que tiene en sus manos fábricas, tierras, bancos y comercios, y otra gente que sólo tenemos nuestro trabajo para dar. De los primeros, ya lo hemos dicho, son 30 (treinta) "familias" -al estilo de las mafias- las que manejan y disfrutan esas riquezas y al país. Entre los segundos estamos los trabajadores (ocupados y desocupados), que somos millones y no disfrutamos de las riquezas ni del país. Entre esas treinta "familias" figuran Repsol, Techint, Pérez Companc, Fate, Ford, Arcor, Fiat, Pescarmona, Renault, Garovaglio, Acindar, Bridas, Soldati, Yoma, Telefónica, Telecom, Roggio, Roemmers, Macri, Fortabat, La Nación, Eurnekián, Cartellone, Backchellian, Clarín. Entre los millones, nosotros que luchamos por el cambio social, nuestros compatriotas que trabajan o luchan por trabajar y nuestros antepasados.

¿Por qué dependiente?

Porque en nuestro país, los capitalistas y sus administradores no hacen lo que quieren, sino lo que otros capitalistas les dicen lo que tienen que hacer y cómo. Los capitalistas que sojuzgan a nuestro país son menos fuertes que los capitalistas de otros países. Se dedican a hacer negocios con la minería, la agricultura y la ganadería mientras que los otros hacen negocios con la industria y el dinero mismo principalmente. Puesto que en el mundo sobra de todo, también sobra el dinero. Es tanto el dinero que hay dando vuelta, que pierde cada vez más su valor. Por ello, los capitalistas de las finanzas, que son esos pocos que manejan el destino de todos los países del mundo, para deshacerse de ese dinero que pierde valor y robarse dinero "fresco", han inventado las deudas externas, han puesto en cada país al que someten a ministros, diputados, senadores, concejales y funcionarios de todo tipo para garantizar el robo de los impuestos, de los ahorros y de todo el dinero que más puedan. Por ello nuestro país, en el que reina la tiranía de los capitalistas, que han visto el negocio y también muchos de ellos se dedican a las finanzas destruyendo lo que teníamos de industria aunque no sean tan fuertes como los extranjeros, depende económicamente de otros países del mundo, en el que reina la tiranía de los capitalistas de la industria y las finanzas.

Porque está tiranizado por los capitalistas (sean de adentro o de afuera), nuestro país es un país dependiente o, mejor dicho, dominado, sin soberanía.

¿Por qué de desarrollo medio?

La dependencia determina el desarrollo. Otro sería nuestro país si el enorme potencial humano y de riquezas que posee pudiera trabajar libremente, sin las ataduras que imponen los capitalistas y sus agentes. Si aun así, sojuzgado y dominado por los capitalistas, nuestro país produce riquezas como para que vivan dignamente en él no 35 millones de personas, sino 350 (trescientos cincuenta) millones, poco cuesta imaginar cuánta riqueza no brotaría de nuestra patria hasta el punto tal que en otras épocas y sin contar con un gran desarrollo tecnológico éramos el famoso "granero del mundo". Pero no, según los que tienen la manija, si nos desarrollamos, que sea hasta ahí, ni poco ni mucho, tanto como para mantenernos vivos y poder chuparnos la sangre.

 

NUESTRA ESTRATEGIA

¿Qué es una estrategia?

Una estrategia es un plan. Nuestro Movimiento quiere un cambio social, y para lograrlo tiene una estrategia.

¿Cuál es la estrategia del Movimiento Teresa Rodríguez?

El Movimiento Teresa Rodríguez pelea por seguir teniendo un país, pero independiente (que no lo domine nadie y sí coopere con todos los países del mundo que son independientes o luchan por su independencia), no capitalista (sin patrones, para que todo el pueblo trabajador que produce las riquezas del país disfrute igualitariamente de ellas) y en permanente desarrollo (que el trabajo colectivo liberado desemboque en todo momento en beneficios comunitarios que eleven cada vez más la calidad de vida de todos y de cada uno y no en negocios individuales). Como en 1806, el régimen opone violencia a este anhelo. Disciplinado, entrenado y armado hasta los dientes, hará todo lo que esté a su alcance para impedirnos lograr un país independiente no capitalista en permanente desarrollo. Los Teresa Rodríguez nos hemos propuesto construir una fuerza social a la altura de enfrentar esta violencia contra la razón y la historia. Esa fuerza ha de ser para nosotros "el mundo entero", como dicen algunos pueblos hermanos respecto de sus países. Millones de compatriotas tienen que llegar a ver que nuestro Movimiento mismo es la nueva sociedad por la que decimos pelear. A través de nuestras unidades productivas, nuestras obras comunitarias e incluso a través de nuestro accionar individual, el pueblo en general ha de ver nuevas y superiores relaciones entre los hombres. Debe ver sobre todo que esas nuevas relaciones son mejores que las actuales y que gracias a ellas se hará realidad un presente de dignidad. Lograr esa fuerza será la base de apoyo para cambiar la sociedad. Llevar a millones a que entiendan nuestras ideas y las organicen como fuerza será la garantía de enfrentar con éxito la violencia de los que mandan.

¿Por qué el Movimiento Teresa Rodríguez es una fuerza social?

Una fuerza social cobra realidad a partir de la organización de ciertas ideas. La idea central del Movimiento Teresa Rodríguez es lograr el cambio social. Queremos para la Argentina lo mismo que queremos para nuestro Movimiento. Queremos para nuestro Movimiento lo mismo que queremos para la Argentina. Nuestro Movimiento, nuestra fuerza, debe estar organizado como si fuera un país independiente no capitalista en permanente desarrollo. La Argentina, en un futuro no capitalista, será un destino compartido. Hoy, el Movimiento Teresa Rodríguez debe ser el reflejo de un destino compartido. Decimos debe ser porque somos concientes que hasta que en el mundo entero no hayamos barrido con el capitalismo, deberemos dar permanentemente una batalla a muerte contra los resabios de la vieja sociedad, contra el hombre viejo que todos llevamos dentro, contra todas las mañas y vicios con que el capitalismo ha modelado nuestra personalidad y regulado nuestra acción. En este sentido, el peor enemigo del Movimiento Teresa Rodríguez es el mismo que el del resto de la humanidad: la desigualdad social y sus promotores, concientes o inconcientes.

En resumen, nuestra estrategia tiene un objetivo: eliminar la desigualdad social en la Argentina; nuestra estrategia cuenta con una fuerza para llegar a ese objetivo: el Movimiento Teresa Rodríguez mismo, que organizándose combatiendo implacablemente en su seno la desigualdad social, combate hacia fuera esto mismo organizando al pueblo bajo nuevas relaciones; nuestra estrategia cuenta con un método: los cabildos y el hombre nuevo.

 

Un poco de historia

¿Cuándo surgió el Movimiento Teresa Rodríguez?

Dos embriones de nuestro Movimiento aparecieron a mediados de 1996 como Movimiento de Trabajadores Desocupados en las ciudades de Florencio Varela y Mar del Plata. Sus actividades principales consistían en elaborar y presentar proyectos de trabajo, organizar a los desocupados y pelear por conseguir planes de empleo, garrafas de gas y no cortes y planes de pago del suministro eléctrico.

En mayo de 1997 los compañeros de Mar del Plata realizan el primer corte de ruta en la Provincia de Buenos Aires, el de la Ruta 88, como medida para arrancar planes de empleo y bolsones de alimento, cosa que logran. En agosto del mismo año, los compañeros de Florencio Varela realizan el primer corte de ruta en este distrito, el de la ruta 36 a la altura del denominado barrio "Pepsi". Logran conseguir 80 planes de empleo y cajas de alimento. La lucha continúa, y en noviembre del mismo año se vuelve a cortar la ruta 36. Ahí se consiguen 800 planes de empleo más y la renovación de los 80 anteriores. En diciembre se vuelve a cortar la ruta 36 nuevamente a la altura del barrio "Pepsi". Somos brutalmente reprimidos y desalojados el 3 de enero del año 1998. Se encarcela a 90 compañeros, 73 son liberados a las horas y 17 permanecen detenidos durante una semana.

A pesar de este duro golpe, la lucha continúa, tanto en Mar del Plata como en Florencio Varela.

A mediados de 1997, el aún llamado MTD decidió en diversas asambleas pasar a llamarse "Teresa Rodríguez", en honor a la trabajadora caída en la represión a los docentes ese mismo año en Neuquén. Además, se aprueba como consigna general de la lucha del Movimiento la de "Trabajo, Dignidad y un Cambio Social".

Durante 1998 se desarrolla un profundo debate en el MTD. Un grupo de compañeros planteó la necesidad de centrar el eje de nuestras luchas e incluso de nuestra organización en torno a la cuestión del cambio social, sin abandonar la cuestión del trabajo y la dignidad, pues entendía que para conseguir solución definitiva del más mínimo reclamo era necesario producir un cambio profundo en nuestra sociedad.

Producto de este debate, nuestro Movimiento sufrió una fractura, organizándose con la idea central del cambio social el grupo de compañeros fundadores del MTD en Florencio Varela, los compañeros de Mar del Plata y los compañeros de San Francisco Solano.

A partir de este momento, y con la idea central del cambio social, nuestro Movimiento pasa a llamarse Movimiento Teresa Rodríguez a secas, manteniendo las mismas consignas pero promoviendo sobre todo la instauración de una República de Cabildos en nuestra nación y la construcción del Hombre Nuevo. Como vemos, si bien su composición social principal está integrada por trabajadores desocupados, su propuesta va mucho más allá de una propuesta para los desocupados.

Andando el tiempo, las luchas y los debates, durante los años 1999 y 2000 se le da forma a nuestro ideario contenido en los tres Documentos Fundamentales (Llamamiento, Declaración de Principios y Estatutos). Estos Documentos fueron aprobados por cientos de compañeros en sendos Plenarios realizados en Mar del Plata y Florencio Varela.

En el año 2000, los compañeros de Mar del Plata ocupan la Catedral de la ciudad y luego de varias semanas son desalojados por patoteros y policías. Algunos de ellos son detenidos y luego liberados.

El año 2001 fue el año de la unidad con los diversos sectores sociales en lucha. Nuestro Movimiento se lanzó de lleno a construir la tan necesaria unidad organizativa y de lucha del pueblo. En ese sentido, se construyó la Central de Organizaciones En Lucha (COEL) con organizaciones hermanas que poseen una concepción y metodología de trabajo muy similar y, producto de nuestra participación en las Asambleas Piqueteras de La Matanza, el Bloque Piquetero Nacional, con organizaciones que, aun cuando tengan concepciones y hasta metodologías diferentes, son también hermanas.

Todo esto, a pesar de que el 3 de agosto de ese año fueron encarcelados durante 26 días 57 compañeros de nuestro Movimiento por haber reclamado puestos de trabajo en el Ministerio de Trabajo de la ciudad de La Plata, Provincia de Buenos Aires.

En virtud de la consecuencia en la lucha durante todos estos años, nuestro Movimiento está asentado hoy en diversos lugares del país, entre ellos, además de Mar del Plata y Florencio Varela, Córdoba, La Matanza, Capital Federal, Lanús, San Martín, Avellaneda, La Plata, Berazategui y Merlo.

 

 

DOCUMENTOS

 

FUNDAMENTALES

 

 

 

Llamamiento

Muchos de nosotros hemos luchado en algún que otro partido político.

Muchos de nosotros hemos luchado en alguna que otra Sociedad de Fomento u otra institución por el estilo.

Muchos de nosotros hemos caminado los barrios visitando gente, organizando desde abajo para que se cumplan nuestros reclamos, y siempre fueron incumplidos, violados con toda bestialidad.

También a muchos de nosotros estas luchas nos han demostrado que ningún partido político está realmente con los trabajadores, y que esta "democracia" sólo sirve para que una minoría se enriquezca más y los parásitos políticos que están a su servicio nos vivan prometiendo y robando, robando y prometiendo.

Por todo lo que pasa, no alcanza sólo con pelearla desde abajo, sino que debemos ir construyendo nuestras propias leyes, nuestra propia cuota de poder, hasta arrancarles totalmente el poder a los que mandan.

La experiencia nos ha demostrado duramente que si no somos partícipes a fondo, sólo cambiará algo para que nada cambie. Por esto, los que nos hemos dado cuenta de ello, llamamos a todos los hombres y mujeres honrados del pueblo a constituir un MOVIMIENTO DE TRABAJADORES POR EL CAMBIO SOCIAL, que se arremangue no solamente por esto o aquello para algunos, sino por todo para todos; no ya para cambiar algo: hay que dar vuelta la tortilla para un cambio total. Esta lucha será dura, como es duro sobrevivir ahora, pero es el único camino para conseguir la dignidad y la felicidad de nuestro pueblo.

Al igual que la gesta revolucionaria de los patriotas de Mayo, en ésta a la que nos convoca nuevamente la Historia, para romper las cadenas debemos usar todas las formas y métodos de lucha que hagan posible que vayamos construyendo una NUEVA VIDA, que valga la pena ser vivida plenamente. Somos mujeres y hombres de trabajo que sufrimos y queremos solidariamente reconocernos en la lucha por la felicidad de nuestro pueblo, que será por las buenas, pero, si se nos cierran los caminos será por las malas… o por las peores también.

Por esto, consideramos imprescindibles las siguientes medidas:

eliminación de la desocupación mediante: a) la reducción de la jornada laboral a 30 horas semanales sin afectar los salarios (como ya se ha hecho en varios países de Europa por la propia lucha de los trabajadores); b) reapertura bajo cogestión obreroestatal de todas las empresas cerradas; c) declaración de la emergencia laboral (ampliación de los cupos de los planes Barrios Bonaerenses y Trabajar mientras dure la emergencia laboral); d) plan de obras públicas (viviendas populares y toda otra necesidad en cada barrio o municipio); e) derogación de la Ley de Flexibilidad Laboral; f) eliminación del sistema de contratación por agencias de trabajo;

Salud y educación: gratuitas e igualitarias (eliminación de la salud privada, eliminación de los subsidios a las escuelas privadas);

Rompimiento con todos los organismos económicos internacionales (FMI, Banco Mundial, etc.) que son los que nos han llevado hasta esta situación;

control vecinal de los impuestos y dineros municipales;

confiscación de tierras y planes de colectivización del campo;

eliminación de fondos destinados a los Servicios de Inteligencia;

eliminación de impuestos y cargos fijos en los servicios públicos;

no pago de los impuestos municipales mientras el municipio no esté bajo el control efectivo de los vecinos;

jubilación mínima de $450 (a los 55 años y a los 60);

reestatización de las empresas privatizadas con control de los trabajadores.

 

Mayo de 1999

 

DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS

Declaramos que:

Las masas trabajadoras nos encontramos oprimidas y explotadas por los capitalistas tanto de fuera como de adentro;

La situación de miseria y de marginalidad es consecuencia directa de lo anterior;

Así como nosotros hoy estamos sometidos al poder del capital, así también nuestra nación yace postrada a los pies del imperialismo;

Sólo nuestra clase, organizada de forma independiente y acaudillando a otras capas sociales en una lucha revolucionaria, es capaz de liberar real y definitivamente a la nación de las garras del imperialismo y liberarse ella misma. Por lo tanto, la lucha por nuestra libertad, por acabar con la esclavitud asalariada, está indisolublemente unida al combate por la independencia de nuestra nación.

Para que esta lucha no naufrague o quede inconclusa (que es lo mismo) es necesario sacar provecho de las experiencias revolucionarias en el mundo. En este sentido, reafirmamos nuestra identificación con el pensamiento y la acción del Comandante Che Guevara.

Nuestra lucha sólo acabará cuando del mundo entero hayamos borrado al capitalismo; cuando en el mundo no haya más un hombre explotando u oprimiendo a otro. Esa es la mejor –y única manera de ser consecuentes con el ideal guevarista.

En este sentido, nuestra lucha es por una sociedad nueva, sin clases sociales, de hombres libres e iguales, donde no exista el Estado, o sea, donde no haya cárceles, ni policía ni fuerzas de represión, donde la persecución, la esclavitud del hombre por el hombre, sean cosas del pasado. Una sociedad donde una moral nueva, una conciencia nueva den lugar a un hombre nuevo, capaz de realizarse entregando lo máximo de sí a la sociedad y recibiendo de esta todo lo necesario para su desarrollo físico y espiritual.

Para alcanzar dicha sociedad es imprescindible eliminar el poder del capital mediante una revolución obrera que instaure la dictadura de nuestra clase sobre la burguesía, que es a su vez la más amplia y profunda democracia jamás conocida hasta hoy. Este paso previo es necesario para preparar las condiciones materiales para el tránsito a esa sociedad de hombres libres e iguales.

Reivindicamos la lucha de todos los hombres que enfrentaron la opresión y la explotación en todos los continentes. Reivindicamos y somos continuadores de la lucha de hombres como Mariano Moreno, Artigas, San Martín, Bolívar, el "Chacho", Felipe Varela, los luchadores de la "Patagonia Trágica", de la Forestal.

El camino para alcanzar estos propósitos requiere de varias actividades, entre las principales las siguientes: consolidar y desarrollar el M.T.R. Para alcanzar nuestro objetivo es necesario lograr conocer y desarrollar lo más profundamente nuestra doctrina, avanzar en el estudio de la teoría revolucionaria y fundamentalmente tener disposición revolucionaria. A nuestro pueblo lo ganaremos para la causa con nuestra razón –que es la suya pero esencialmente con nuestro EJEMPLO. Por ello, es necesario el estudio, la humildad, el respeto y la entrega. El trato, las relaciones entre compañeros, debe ser el espejo donde se mire nuestra clase y en particular la juventud.

Febrero de 2000

 

Estatutos

El Movimiento se compone de miembros plenos y adherentes.

Los miembros plenos son los que participan de la reunión barrial y el funcionamiento de alguna Comisión, llevando adelante el pensamiento y la acción del Movimiento. Además, cumplen con el sostenimiento monetario del Movimiento y son lectores regulares de la prensa.

Para ejercer alguna tarea de responsabilidad debe antes pasar un período de prueba de dos meses, como mínimo. En aquellos lugares donde se abra un nuevo Cabildo, éste debe estar a cargo de la Mesa Zonal. Las Comisiones están abiertas a la participación de todos los miembros plenos.

Tanto los miembros plenos como los adherentes están obligados a sostener económicamente al Movimiento (aportes) y participar de sus tareas. Quienes no cumplan con alguna de esas responsabilidades pierden el derecho a reclamar los beneficios obtenidos a través de la lucha.

Las Comisiones pueden componerse de miembros plenos y adherentes, quedando siempre las responsabilidades a cargo de miembros plenos o de quienes la Mesa Zonal decida.

Debemos velar permanentemente por la unidad y fortalecimiento del Movimiento. Las críticas a un compañero o Comisión deben hacerse en el lugar o ámbito correspondiente.

Se establece que todas las actividades del Movimiento (reuniones barriales, de Comisiones, etc.) deben ser asentadas en actas, nombrándose al efecto un Secretario de Actas.

 

Febrero de 2000

 

NOS VEMOS EN LA LUCHA

Este ideario lo elaboró la lucha.

Los piquetes en las rutas, las movilizaciones en las calles, el trabajo comunitario cotidiano, los diversos plenarios para debatir y aprobar propuestas, los diferentes encuentros para la formación colectiva al rescate de la historia y el conocimiento, las fiestas, las desgracias, los aciertos, los errores y hasta, por qué no, la reflexión individual que se desvela por encontrarle la vuelta al cambio social, en suma, un destino de lucha compartido fue escribiendo este ideario.

Nadie es su autor y todos lo somos.

Se podrá estar de acuerdo o no con el. Se acordará o no sumarse a nuestro proyecto. De lo que no hay dudas en nuestro Movimiento es de que mientras haya injusticias nuestra razón será la lucha. Nos vemos allí.